El golpe tropieza en la mesa: cuando el cine se salta las reglas del póker

fallo de poker en el cine

La mítica película “El golpe”, protagonizada por iconos del séptimo arte como Robert Redford o Paul Newman, es un clásico del cine que todo amante del póker ha visto en algún momento de su vida…y si no lo has hecho, aprovecha la ocasión para disfrutar de ella.
Dirigida por George Roy Hill, su estreno no sólo arrasó en taquilla en su momento, sino que además se conquistó ni más ni menos que 7 premios Óscar, incluyendo el de “Mejor Película” en 1974.

Su elegancia ha envejecido a prueba de expertos, gracias a su carisma y su ritmo narrativo, no obstante, sus escenas de póker, aunque disfrutables y capaces de transportarnos al encanto del juego clásico, contienen algunos errores que no pasan desapercibidos para los profesionales del naipe.

Cuando el póker de cine choca con el póker real

El campeón de póker. Darren Elías analizó la legendaria secuencia de la partida de cartas entre Henry Gondorff, interpretado por Newman, y Doyle Lonnegan, interpretado por Robert Shaw, en las que la trampa y el engaño brillan por su astucia.

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En esta revisión para Insider, Elías revela un fallo clásico que no sólo afecta a la película de El golpe, sino que suele ser frecuente en muchas partidas que retratan partidas de póker de cinco cartas.

Es muy habitual ver en el cine eso de ‘veo tus 500 y subo 1.000’. Técnicamente, en el póker real, eso no es válido. Una vez que igualas la apuesta diciendo ‘veo’, ya no puedes subir. Para hacerlo correctamente, deberías anunciar directamente la subida: algo como ‘subo 2.000’, por ejemplo.

Inmersos en el disfrute de ver un buen clásico, este detalle suele pasar desapercibido para la mayoría de espectadores, pero para los profesionales del póker y los entendidos de la materia, es un error que chirría y puede hacerte salir de la inmersión cinematográfica.
Trampas demasiado fáciles para ser creíbles

Según Elías, otro aspecto poco realista del clásico del cine es la facilidad con la que se cuelan trampas durante la partida, demasiado fluidas para ser realistas en la vida real, en escenas como en la que el jugador que marca las cartas para hacer señales, hasta el famoso cambiazo de Newman, donde transforma tres meses en cuatro jotas.

En el mundo real, los tramposos profesionales son expertos en detectar a otros tramposos. Están siempre alerta. Aquí se lo ponen demasiado fácil a Gondorff. Aun así, le daría un 7 de 10 a la escena, porque en la práctica las trampas, aunque raras, pueden suceder.» — apunta Elias.

Una joya que sigue brillando

Al margen de esos errores que pueden saltar a la vista para amantes del póker, El golpe continúa siendo un clásico irresistible, una obra maestra que nunca pasa de moda.

Si aún no la has disfrutado, te recomendamos disfrutarla y deleitarte con uno de los mejores duelos cinematográficos protagonizados por dos de los grandes, como Redford y Newman.

Al fin y al cabo, lo que hace de esta película una experiencia inolvidable no es la precisión técnica en el mundo del póker, sino su capacidad de atrapar al espectador en un juego donde la astucia, la estafa y el carisma cobran el protagonismo, narrando una historia con el más puro estilo del cine clásico.
Así, El golpe sigue recordándonos que, a veces, el verdadero arte del engaño está en hacernos disfrutar del truco sin preocuparnos de los detalles.

 

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Experto en Gambling desde 2014. Analizo el sector para ofrecer análisis, reviews y recursos con un toque de original para crear contenido valioso de cara al lector actual.