Cuando llevas 944 días sin jugar una mano de póker, lo más lógico es que la gente piense que ya colgaste las cartas. Pero Johnny Lodden no es “la gente”. El mítico jugador noruego ha vuelto a lo grande, sorprendiendo a todos con un segundo puesto en el $5.300 High Roller de las Merit Poker Carmen Series en Chipre… ¡y con 182.700 dólares en el bolsillo!
Sí, lo leíste bien: casi tres años fuera de las mesas y, en su regreso, se cuela en la mesa final de un High Roller como si nada. ¿Casualidad? No lo creemos. Lodden ha demostrado que el talento no se pierde, aunque pasen mil días.
Del “me voy de vacaciones” a “casi me lo llevo todo”
Lo más curioso de todo esto es que Lodden ni siquiera iba a jugar. Su plan original era tomarse unas vacaciones. Primero pensó en España, pero como el clima no acompañaba, cambió de rumbo hacia Chipre. Allí se encontró con su compatriota Aylar Lie, quien le echó una mano para conseguir una habitación en el hotel Merit.
Y como quien no quiere la cosa… pum. Se apuntó a un torneo y acabó en el podio. Casi como si lo hubiera tenido planeado todo, pero no. No había tocado una carta desde el EPT de Barcelona en agosto de 2022.
Un jugador cualquiera se habría oxidado. Pero Lodden no es un jugador cualquiera. Su habilidad y lectura de mesa siguen siendo de otro planeta, y su regreso no ha pasado desapercibido para nadie.
Durante su “retiro”, Lodden no ha estado precisamente sin hacer nada. De hecho, ha descubierto una nueva pasión: trabajar como terapeuta con jóvenes. Así que, aunque su vuelta a las mesas fue espectacular, lo cierto es que no tiene prisa por volver al circuito profesional a tiempo completo. Él mismo lo dejó en el aire: “Podría pasar”. Pero tampoco lo asegura.
Eso sí, si hay un sitio donde podría verle más seguido, ese es Chipre. “Me encanta el Hotel Merit. El servicio, la comida, el spa, el gimnasio… ¡Lo tiene todo!”, comentó. Vamos, que vacaciones así, todos querríamos.
¿Leyenda viviente o comeback serio?
Para muchos, Johnny Lodden es una figura legendaria del póker. Y para los españoles, su nombre siempre estará ligado a esa mano mítica contra Adrián Mateos en el EPT Montecarlo 2015. El farolazo de Adri fue una obra de arte… y Lodden, por supuesto, lo vivió en carne propia. Pero eso no lo hundió, al contrario: siguió jugando, ganando y dejando huella.
Ahora, casi diez años después de aquella escena, vuelve a ser protagonista. Y con estilo. Nadie puede negar que aún tiene la chispa. ¿Será esto el inicio de un regreso definitivo? ¿O simplemente una historia épica para el recuerdo?
Sea como sea, lo que está claro es que Lodden sigue teniendo magia en las manos. Y eso, en el póker, es oro puro.